Dolor de Cadera / Pelvis

Bursitis de cadera

Bursitis de cadera

 ¿Qué es la bursitis de cadera?

La bursitis de cadera es una patología común en los gabinetes de fisioterapia que además suele acompañarse de otros síntomas asociados que restan mucha calidad de vida.

En primer lugar definiremos que son las bursas: son bolsas serosas o sinoviales que se encuentran en diversas partes del cuerpo (caderas, hombro, talones o rodilla) y cuya función principal es la de actuar como “amortiguadores” para zonas anatómica de especial estrés o conflicto mecánico evitando así una excesiva fricción.

bursitisdecadera

Al referirnos a bursitis de cadera podemos referirnos a varias diferentes:

  • Cuando hablamos de las situadas alrededor del trocánter mayor (bursitis trocantérica) cuya función es permitir el deslizamiento del tendón del glúteo mayor con el músculo tensor de la fascia lata a su paso por el trocánter mayor (saliente óseo lateral del fémur).

 

  • La situada en el músculo psoas ilíaco, situada en la parte interna de la articulación y cuyo dolor se manifiesta en la región inguinal.

 

De ambas la bursitis trocantérica es la más común y por ello nos centraremos en ella para aportar información sobre la patología así como posibles soluciones desde el ámbito de la fisioterapia.

 

Síntomas de la bursitis trocantérica

Los síntomas más comunes en la bursitis trocantérica son:

  • Dolor: Suele ser el síntoma más común. En una primera fase es un dolor punzante y agudo en el trocánter (que se extiende hacia la región externa del muslo), progresivamente se va tornando en un dolor difuso que puede llegar a abarcar toda la zona de la articulación de la cadera y glúteos.

 

Suele aumentar tras pasar largo rato sentado y levantarse, tras caminar distancias largas y al subir o bajar escaleras. Dificulta el descanso, puesto que resulta doloroso dormir apoyado sobre ese lado.

  • Inflamación. Perceptible a la palpación.
  • Calor en la zona o enrojecimiento. 
  • Limitación funcional de la articulación de la cadera. sensación de rigidez.

 

Causas de la bursitis de cadera

Las causas más comunes para la aparición de la bursistis de cadera suelen ser los movimientos reiterados de la articulación (en ocasiones acompañados de una mala dinámica articular o desequilibrio neuromuscular) o posiciones mantenidas en las que se ejerce presión excesiva y prolongada de la bursa.

Otras causas pueden ser:

  • Traumatismo en la zona.
  • Artritis reumatoide.
  • Infecciones (bacterianas comúnmente).
  • Alteraciones de columna (escoliosis)
  • Diabetes
  • Patologías sistémicas inflamatorias.

 

Factores de riesgo de la bursitis de cadera

Cualquier persona es susceptible de sufrir una bursitis de cadera a lo largo de su vida, sin embargo existen factores de riesgo que pueden aumentar el riesgo:

  • Edad: la edad avanzada suele aumentar el riesgo.
  • Profesiones o actividades deportivas: deportes como el running, o profesiones como el baile.
  • Calzado inadecuado.
  • Peso.
  • Disfunción muscular en región lumbar o cadera: un mal reclutamiento de la musculatura encargada de esta zona puede general a medio plazo una excesiva fricción sobre la bursa desencadenando los síntomas sin traumatismo previo.

 

Tratamientos

Desde la fisioterapia podemos aportar múltiples soluciones tanto para la disminución de los síntomas como para el restablecimiento total.

La fisioterapia convencional

La fisioterapia convencional dispone de varias herramientas como pueden ser los ultrasonidos, la magnetoterapia, láser, terapia manual de la musculatura que inserta en el trocánter, electroterapia (TENS, interferenciales), crioterapia, etc

La fisioterapia avanzada

Desde la fisioterapia avanzada, sin embargo podemos obtener mejores resultados y con una mayor velocidad en la respuesta de los tejidos a la terapia:

  • INDIBA – Tecarterapia: Técnica de fisioterapia avanzada en la que por medio de la radiofrecuencia (no invasiva) logramos un efecto de bioestimulación, vascularización e hiperactivación y de este modo logramos una mejor oxigenación de los tejidos, drenaje de toxinas y activar los mecanismos del propio cuerpo para la  regeneración celular.
  • EPI (Electrolisis Percutánea Intratisular): Técnica consistente en aplicar un estímulo a los tejidos por medio de corriente galvánica a través de una aguja que posicionamos en el tejido diana mediante control ecográfico.
  • Neuromodulación Percutánea ecoguiada: por medio de agujas similares a las de acupuntura aplicamos una corriente de baja frecuencia a los nervios encargados tanto de la sensibilidad de la zona como del control motor de la musculatura implicada en su movimiento. De este modo podemos conseguir tanto una mejora en el trabajo muscular (disminuyendo las posibilidades de recaer) como  una considerable disminución del dolor.

Terapias médicas

También debemos tener en cuenta las posibles terapias médicas que pueden ayudar como por ejemplo el bloqueo nervioso o la infiltración con corticoides en la bursa disminuyendo la inflamación en de la misma en tan solo horas notando una disminución del dolor importante.

Cabe destacar que ninguna de estas técnicas o terapias son incompatibles con las otras, es más, la buena elección de unas u otras en función del grado de la lesión y las particularidades del paciente son lo que en ocasiones marca el éxito del tratamiento.

En nuestros centros MIVI contamos con un equipo especializado tanto en la valoración como en los tratamientos anteriormente descritos para poder resolver cualquier duda que surja con respecto a esta dolencia y poder escoger la terapia con mayores posibilidades de beneficio terapéutico.