¿Cómo las infiltraciones pueden ayudarme a calmar el dolor de hombro?
INFORMACIÓN GENERAL
El dolor de hombro se debe a distintas patologías y tiene muchas causas posibles. Generalmente se inicia con el manejo conservador que consistirá en el tratamiento farmacológico por vía oral (antiinflamatorios, relajantes musculares) y manejo rehabilitador (terapia manual, ultrasonidos, ondas de choque, magnetoterapia…).
Cuando el primer escalón no es suficiente y agotamos esta opción más conservadora, nos planteamos la opción de realizar diferentes tipos de infiltraciones en la articulación del hombro o la musculatura adyacente, para mejorar el dolor y logra una movilidad normal.
cómo nos ayudan las infiltraciones
Reducción de la inflamación
Los corticosteroides son medicamentos antiinflamatorios que pueden reducir la inflamación en la articulación del hombro. Esto es especialmente beneficioso cuando la causa del dolor está relacionada con procesos inflamatorios, como la bursitis o la tendinitis.
Alivio del dolor
El anestésico local, que a menudo se administra junto con el corticosteroide, proporciona alivio temporal del dolor al bloquear las señales nerviosas en la zona tratada.
Mejora de la movilidad
Al reducir la inflamación y el dolor, las infiltraciones pueden permitir una mejora en la movilidad del hombro. Esto puede facilitar la participación en terapias de rehabilitación y ejercicios para fortalecer la zona afectada. Evitando así la rigidez, limitación del movimiento y el dolor.
Facilitación del diagnóstico
En algunos casos, las infiltraciones también pueden tener un componente diagnóstico. Si el alivio del dolor es significativo después de la infiltración, esto puede ayudar a los profesionales de la salud a identificar la fuente del dolor y orientar el tratamiento futuro.
El efecto beneficioso de la infiltración no se hace palpable hasta al menos 48hs después de la misma. Si la respuesta es favorable pueden realizarse otras infiltraciones para erradicar la totalidad de síntomas, en cuyo caso las espaciaremos entre si un tiempo prudencial.
Siempre se recomiendan unas horas de reposo y la aplicación de frío local y un analgésico vía oral (si fuera necesario) luego de la infiltración y se deberá evitar la sobrecarga de la zona infiltrada y revisar la evolución de la infiltración a los 7-10 días.
Es posible que sea necesario realizar más de una infiltración para erradicar completamente los síntomas.
QUE FÁRMACOS SE ADMINISTRAN
- Corticoides: Potentes antiinflamatorios de primera elección en tratamiento local.
- Anestésico local: Se usan en combinación con los corticoides para aliviar la sensación dolorosa de forma temporal.
- Ácido Hialurónico: Sustancia que se encuentra de forma natural en el cuerpo humano y tiene varias funciones importantes, siendo clave en la amortiguación y lubricación de las articulaciones. En casos de artrosis de hombro será útil para recuperar o mejorar la movilidad de la articulación.
- PRP (Plasma Rico en Plaquetas): Producto que obtenemos tras centrifugar la sangre del propio paciente, se utiliza la parte rica en plaquetas, infiltrando esta misma dentro de la articulación, con el objetivo de regenerar los tejidos y las articulaciones afectadas o lesionadas.
DÓNDE SE PUEDEN ADMINISTRAR ESTAS INFILTRACIONES
- Articulación (glenohumeral, acromioclavicular): Infiltraremos corticoides con anestésico local, ácido hialurónico o PRP. Siendo también posible realizar Hidrodisección de la articulación en hombros congelados/capsulitis adhesiva con una combinación de corticoides, anestésico local y suero fisiológico.
- Tendones/músculos: Infiltraremos corticoides con anestésico local o PRP en las estructuras del manguito de los rotadores cuando estén afectadas.
- Nervios: Podemos infiltrar los nervios que da la sensibilidad a la articulación del hombro y reducir su dolor. Si esta técnica es efectiva, se puede plantear realizar en el futuro una radiofrecuencia de este mismo nervio.
BENEFICIOS DE LAS INFILTRACIONES EN EL TRATAMIENTO DEL DOLOR
Las infiltraciones persiguen la reducción y/o eliminación del dolor y la recuperación rápida de la movilidad y funcionalidad a partir de la inoculación de un fármaco.
Está indicada en aquellas enfermedades rebeldes al tratamiento farmacológico y antes de recurrir a otras opciones terapéuticas más agresivas como puede ser la cirugía.
Los deportistas son un grupo en el que las infiltraciones se realizan en diferentes tipos de lesiones: tendinitis de rodilla, fascitis plantar, codo de tenista, entre otras.
Los pacientes de todas las edades se pueden beneficiar de las infiltraciones.
Es importante recordar que la mayoría de estos tratamientos tendrán una duración limitada en el tiempo y tienen que realizarse dentro de un tratamiento multidisciplinar que incluya una buena rehabilitación.