Dolor Lumbar Crónico: Causas, Diagnóstico y Soluciones

Dolor Lumbar Crónico: Causas, Diagnóstico y Soluciones

El dolor lumbar crónico es uno de los problemas de salud más frecuentes en el mundo.

Afecta a millones de personas y puede convertirse en una verdadera carga física, emocional y social. Se habla de dolor lumbar crónico cuando el dolor en la parte baja de la espalda persiste durante más de tres meses, ya sea de forma continua o intermitente o cuando se asocia a alguna enfermedad crónica que hará que este dolor sea recurrente.

Aunque muchas personas lo consideran parte “normal” de envejecer o de tener una vida activa, lo cierto es que no debería aceptarse como algo inevitable. Con un buen diagnóstico y tratamiento, la mayoría de los casos pueden mejorar.

Causas más comunes del dolor lumbar crónico

En el caso del dolor lumbar, va a influir mucho la edad del paciente y las condiciones anatómicas del mismo a la hora de poner el nombre y los apellidos del dolor que padezca el paciente.

En el paciente joven, la causa más frecuente de dolor lumbar es el dolor discogénico, eso significa que la fuente del dolor se encuentra en el disco intervertebral lumbar.

Los problemas musculares o de los ligamentos son otra causa común sobre todo en pacientes jóvenes. Puede deberse a un sobreesfuerzo, malos hábitos posturales, los movimientos repetitivos por ejemplo de causa laboral o la falta de ejercicio que ocasiona la ausencia de una musculatura preparada para “sostener” la columna erguida.

Este dolor discogénico se puede convertir en dolor lumbar acompañado de dolor “radicular” o como se conoce vulgarmente “ciática”. Los discos intervertebrales actúan como amortiguadores entre las vértebras. Cuando uno se desplaza o se rompe, puede presionar un nervio y causar este tipo de dolor.

El dolor de origen artrósico de columna es más típica del paciente con más edad ya que con los años las articulaciones de la columna (llamadas facetarias o zigoapofisarias) pueden deteriorarse, causando inflamación y rigidez.

Otra condición muy prevalente es la estenosis espinal o estenosis de canal que puede aparecer antes o después en función de las características anatómicas de la columna del paciente. Se trata de un estrechamiento del canal por donde pasan los nervios en la columna. Esto puede comprimir los nervios y provocar dolor lumbar acompañado de hormigueo o debilidad en las piernas.

El primer paso para tratar el dolor lumbar crónico es entender qué lo está causando. Para eso, es fundamental un buen diagnóstico médico que se realizará con una entrevista clínica, exploración física del paciente y la realización de pruebas complementarias que son estudios como radiografías, resonancia magnética o tomografía computarizada. Estos exámenes ayudan a ver si hay problemas pero no son diagnósticos “per se”. Lo que importa por encima de todo es la clínica del paciente. No siempre hay una “lesiónvisible” en las pruebas, y eso no significa que el dolor no sea real. Muchas veces, el dolor

crónico se mantiene por una combinación de factores físicos, emocionales y del estilo de

vida.

¿Qué soluciones existen?

El tratamiento del dolor lumbar crónico debe ser personalizado, integral y multidisciplinar.

No existe una única solución que funcione para todos los pacientes, pero entre las mismas debemos incluir:

Educación del paciente: En relación a entender el dolor, comprender donde están las limitaciones según su patología, como puede hacer para mejorar o minimizar el número de episodios de lumbalgia con hábitos personales fomentando el ejercicio físico adaptado a su situación e incluso adaptaciones de puestos de trabajo con elevada carga física.

Medicamentos: Se pueden utilizar antiinflamatorios, analgésicos o relajantes musculares, siempre bajo control médico cuando el dolor no es crónico y hablamos de una lumbalgia aguda. Si este proceso se cronifica, la evaluación y tratamiento multidisciplinar es mandatorio.

Terapia psicológica: El apoyo psicológico (como la terapia cognitivo-conductual) ayuda a manejar el estrés, la ansiedad y la depresión que muchas veces acompañan al dolor crónico.

Técnicas intervencionistas: Cuando el dolor no mejora con tratamientos convencionales, se puede recurrir a infiltraciones, bloqueos nerviosos, neuromodulación y en casos muy específicos, a cirugía.

El dolor lumbar crónico puede afectar seriamente la calidad de vida, pero no tiene por qué convertirse en una condena permanente. Con un diagnóstico correcto, un enfoque integral y el compromiso del paciente, es posible reducir el dolor, recuperar el movimiento y volver a disfrutar de las actividades diarias.

No ignores el dolor ni te resignes a vivir con él. Consulta a profesionales especializados en dolor o rehabilitación, pregunta, infórmate y participa activamente en tu tratamiento. Tu salud y tu bienestar merecen una atención completa y personalizada.

 

Doctor Enrique del Cojo

Director Médico MIVI Cáceres