Actividad física

Epicondilitis del deportista: qué es y cómo prevenir el codo de tenista

Epicondilitis del deportista: qué es y cómo prevenir el codo de tenista

La práctica deportiva y, en general, cualquier actividad física, es buena para nuestra salud y nos ayuda a mantenernos en forma y saludables. Sin embargo, siempre existe riesgo de lesión, ya sea por exceso de actividad, por no realizar técnicamente de forma correcta algunos movimientos o ejercicios, o por no calentar antes de hacer ejercicio.

Una de las lesiones de codo más frecuentes que podemos padecer si hacemos deporte, especialmente si la actividad en cuestión implica el movimiento repetitivo del antebrazo, es la epicondilitis, comúnmente conocida como codo de tenista.

En este artículo explicaremos en qué consiste, cuáles son sus síntomas, y algunas recomendaciones básicas que pueden ayudarte a prevenir su aparición.

Qué es el codo de tenista

La epicondilitis lateral, también conocida como codo de tenista, es una de las causas de dolor y afecciones de codo más comunes, y suele darse por el uso excesivo o por sobrecarga por la repetición de algunos movimientos que impliquen la pronación – supinación de la mano. Si nos fijamos en el gesto que hace un tenista cuando golpea con su mano derecha, que habitualmente es la mano buena, la mano suele tirar hacia atrás antes de golpear (como extendiendo la palma hacia afuera) y luego hacia adelante tras el golpe (con la palma mirando hacia adentro), en un gesto que hace trabajar a los músculos extensores del antebrazo y que sobrecarga al epicóndilo.

El epicóndilo es la protuberancia ósea que se encuentra en la zona exterior del codo. Es el punto de inserción de los músculos extensores del antebrazo que se encargan de la extensión de la muñeca y los dedos.

Debido a la sobrecarga en esta zona, los tendones que unen los músculos extensores con el epicóndilo lateral, pueden inflamarse y causar dolor, no solo en esta zona, sino también en el antebrazo e incluso causar sensación de debilidad en la mano.

Aunque la epicondilitis lateral se conoce de forma común como codo de tenista, no es una lesión que se limite ni a este deporte concreto, ni a deportistas. Cualquier trabajo que implique movimientos repetitivos del antebrazo puede ser un factor de riesgo. Otro aspecto para destacar es que su incidencia es más pronunciada en personas entre los 30 y los 50 años, pero puede ocurrir a cualquier edad.

Cómo prevenir y tratar la epicondilitis lateral

La prevención del codo de tenista puede variar dependiendo de qué tipo de actividad vayamos a realizar o que realicemos con frecuencia. Las recomendaciones que haremos a continuación son generales, y es importante consultar con un profesional médico si notamos molestia en la zona exterior del codo, o si debido a nuestra profesión o a alguna actividad deportiva que realicemos, llevamos a cabo movimientos repetitivos que involucren los músculos extensores del antebrazo.

  • Calienta adecuadamente: Si vamos a hacer deporte o alguna actividad física, es importante calentar correctamente para evitar lesiones. Realizar ejercicios de calentamiento como la rotación de muñeca, o ir tocando la punta del pulgar con cada dedo de la mano, son una buena opción para calentar el músculo extensor.
  • Vigila con la técnica: El tenis, por ejemplo, requiere de una técnica bien ejecutada no solo para jugar mejor, sino para evitar lesiones. Cualquier acción que implique repetición de movimientos del antebrazo, debe ser correctamente ejecutada para minimizar el riesgo de lesión.
  • Utiliza el equipo adecuado: Tanto para el deporte, como para cualquier otra actividad, es importante utilizar un equipo adecuado que nos permita realizar bien los movimientos sin riesgo de lesión. Una herramienta en mal estado o de mala calidad, o equipamiento deportivo que no corresponde a nuestra edad, talla o forma de jugar, puede afectar y aumentar las posibilidades de hacernos daño.
  • Mantente en forma: La fuerza y la flexibilidad del músculo extensor es importante a la hora de prevenir lesiones. Incluir en nuestra rutina ejercicios que trabajen el antebrazo de forma específica, puede ayudarnos a evitar la aparición del codo de tenista.

Respecto al tratamiento, lo primero que debemos hacer si nos hemos lesionado o si notamos dolor en esta zona, es minimizar la carga de trabajo hasta haber consultado con un profesional médico que realice el diagnóstico adecuado y decida qué tratamiento se ajusta a nuestra situación.

De forma general, el tratamiento conservador mediante antiinflamatorios o reposo pueden ser las primeras medidas si la lesión es reciente y no particularmente grave, y debería ser suficiente como para que pasado un tiempo desapareciera el dolor. Sin embargo, en casos donde el dolor persiste, se puede llegar a necesitar intervención quirúrgica.

Existen otras posibilidades, como la fisioterapia o la infiltración local de corticoides, plasma rico en plaquetas y técnicas sobre el nervio cutáneo antebraquial posteriores, pero una vez más, es algo que corresponde decidir al profesional médico que realice el diagnóstico y evalúe nuestro caso de forma concreta.

En Instituto Aliaga somos especialistas en el tratamiento y manejo del dolor. Nuestro equipo de profesionales abordará tu caso mediante un enfoque multidisciplinar que abarca todos los aspectos que puedan afectar a tu calidad de vida. Si sufres dolor o quieres realizar una consulta sobre alguno de nuestros tratamientos, ponte en contacto con nosotros o concierta una cita llamando al +34 935 952 910.

Referencias:

Por Víctor Mayoral Rojals

Director de la Unidad de Dolor MIVI Instituto Aliaga