Rizartrosis. ¿Qué es, cuáles son sus síntomas y qué tratamientos existen?
Rizartrosis ¿Qué es y a qué parte del cuerpo afecta?
Cuando hablamos de Rizartrosis, hablamos de la artrosis (degeneración del cartílago articular) de la base del pulgar, pueden verse afectada dos articulaciones, en la mayoría de los casos la articulación afectada es la Trapecio-metacarpiana, en el caso de artrosis completa de la base del pulgar también estará afectada la articulación Trapecio-escafoidea.
Suele diagnosticarse mediante una radiografía y la exploración física.
¿Cuáles son los síntomas de la Rizartrosis?
Los más comunes son el dolor continuo en la base del pulgar y la pérdida de fuerza y/o dificultad para realizar muchas de las actividades de la vida diaria (abrir una botella, escribir, abrir una puerta, cortar con tijeras, coger un vaso, hacer la pinza…)
Estos síntomas pueden verse acompañados de inflamación, deformidad y presencia de ruidos o chasquidos al movimiento.
En estadios más avanzados se verá afectada la forma de la mano, el pulgar tiende a cerrarse dificultando aún más la motricidad de la mano y puede llegar a desaparecer o disminuir el dolor.
La afectación puede cursar con periodos de mayor dolor (nocturno e incluso en reposo) que son más inflamatorios (artritis o sinovitis)
¿Cuáles son las causas?
Las causas principales y los factores de riesgo de rizartrosis son:
- Edad avanzada
- Antecedentes genéticos
- Predisposición en las mujeres
- Artritis reumatoide
- Movimientos repetitivos
- Obesidad
- Sedentarismo
Tipos de tratamientos y la importancia de la fisioterapia.
Tratamiento conservador
Suele consistir en la ingesta de antiinflamatorios y el uso nocturno de una férula (muñequera) para evitar posturas dolorosas, es importante no abusar de ella porque hay que tener en cuenta que este tipo de órtesis debilitan la musculatura.
Tratamiento médico
Consiste en poner una infiltración intraarticular de un antiinflamatorio y ácido hialurónico (lubricante para disminuir el roce entre los huesos).
Tratamiento fisioterapéutico
Estará centrado en paliar los síntomas, disminuir el dolor, bajar la inflamación, frenar la pérdida de movilidad y recuperar los grados articulares que se puedan, relajar la musculatura y enseñar al paciente ejercicios que le ayuden en su día a día.
Tratamiento quirúrgico
Sería la última opción, ya que existen distintos tipos de técnicas, el traumatólogo especialista valorará la más conveniente dependiendo de la edad del paciente, los huesos que están afectados y el uso y la solicitación de la articulación. Las técnicas más usadas son la colocación de una prótesis, la artrodesis (fijación-unión de dos huesos) y la trapeciectomía con ligamento-plastia (resecar o extirpar un hueso y reconstruir los ligamentos)
En nuestros centros MIVI contamos con la tecnología necesaria y las técnicas tanto conservadoras como más avanzadas para el tratamiento de esta dolencia, trabajando junto a médicos que pueden complementar el tratamiento para ser lo más efectivo posible.
La fisioterapia y tratamientos para el tratamiento del dolor juegan un gran papel en esta patología tanto para ganar calidad de vida como para evitar pasar por quirófano. Si padeces esta dolencia y aún no le has puesto remedio, no dudes en visitarnos, estaremos encantados de ayudarte.