Qué es
La bursitis de cadera es una patología común en las unidades de tratamiento del dolor y clínicas de fisioterapia que además suele acompañarse de otros síntomas asociados que restan mucha calidad de vida.
En primer lugar definiremos que son las bursas: son bolsas serosas o sinoviales que se encuentran en diversas partes del cuerpo (caderas, hombro, talones o rodilla) y cuya función principal es la de actuar como “amortiguadores” para zonas anatómica de especial estrés o conflicto mecánico evitando así una excesiva fricción. Algunas lesiones de cadera producen bursitis de cadera, lo que implica una inflamación de estas estructuras produciendo cuadros de dolor importantes e intensos.
Al referirnos a bursitis de cadera podemos referirnos a varias diferentes:
- Cuando hablamos de las situadas alrededor del trocánter mayor (bursitis trocantérica) cuya función es permitir el deslizamiento del tendón del glúteo mayor con el músculo tensor de la fascia lata a su paso por el trocánter mayor (saliente óseo lateral del fémur).
- La situada en el músculo psoas ilíaco, situada en la parte interna de la articulación y cuyo dolor se manifiesta en la región inguinal.
De ambas la bursitis trocantérica es la más común y por ello nos centraremos en ella para aportar información sobre la patología así como posibles soluciones desde el ámbito del tratamiento del dolor y fisioterapia.

Causas
Las causas más comunes para la aparición de la bursistis de cadera suelen ser los movimientos reiterados de la articulación (en ocasiones acompañados de una mala dinámica articular o desequilibrio neuromuscular) o posiciones mantenidas en las que se ejerce presión excesiva y prolongada de la bursa.
Otras causas pueden ser:
- Traumatismo en la zona.
- Artritis reumatoide.
- Infecciones (bacterianas comúnmente).
- Alteraciones de columna (escoliosis)
- Diabetes
- Patologías sistémicas inflamatorias.
Síntomas
Los síntomas más comunes en la bursitis trocantérica son:
- Dolor: Suele ser el síntoma más común. En una primera fase es un dolor punzante y agudo en el trocánter (que se extiende hacia la región externa del muslo), progresivamente se va tornando en un dolor difuso que puede llegar a abarcar toda la zona de la articulación de la cadera y glúteos. Suele aumentar tras pasar largo rato sentado y levantarse, tras caminar distancias largas y al subir o bajar escaleras. Dificulta el descanso, puesto que resulta doloroso dormir apoyado sobre ese lado.
- Inflamación. Perceptible a la palpación.
- Calor en la zona o enrojecimiento.
- Limitación funcional de la articulación de la cadera. sensación de rigidez.
Factores de riesgo
Cualquier persona es susceptible de sufrir una bursitis de cadera a lo largo de su vida, sin embargo existen factores de riesgo que pueden aumentar el riesgo:
- Edad: la edad avanzada suele aumentar el riesgo.
- Profesiones o actividades deportivas: deportes como el running, o profesiones como el baile.
- Calzado inadecuado.
- Peso.
- Disfunción muscular en región lumbar o cadera: un mal reclutamiento de la musculatura encargada de esta zona puede general a medio plazo una excesiva fricción sobre la bursa desencadenando los síntomas sin traumatismo previo.

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